sábado, 26 de mayo de 2012

envejecimiento activo


Se iniciara con una proyección de los adultos mayores en el mundo pues en el año 2002, casi 400 millones de personas mayores de 60 años vivían en el mundo en vías de desarrollo. Para 2025, esta cifra se habrá incrementado hasta aproximadamente 840 millones, lo que representa el 70 por ciento de todas las personas mayores del mundo. Esto hace cambiar algunas medidas y políticas para mantener una mejor calidad de vida para esta población y para sus familias así como mantener activa a esta población, por lo que surge el concepto de envejecimiento activo proporcionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) donde dice que es el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen. Esto quiere decir que toda la sociedad debe permitir que los adultos mayores sigan teniendo una participación continua en la toma de decisiones ya sean políticas, comunitarias, que tengan voz y voto que se maximice su potencial físico, emocional, que se les proporcionen las condiciones necesarias para su desarrollo, así como las medidas de seguridad y cuidados adecuados cuando necesiten asistencia. Por lo que el término activo hace referencia a una participación continua en las cuestiones sociales, económicas, culturales, espirituales y cívicas, no solo a la capacidad para estar físicamente activo o participar en la mano de obra. Las personas ancianas que se retiran del trabajo y las que están enfermas o viven en situación de discapacidad pueden seguir contribuyendo activamente con sus familias, semejantes, comunidades y naciones. El envejecimiento activo trata de ampliar la esperanza de vida saludable y la calidad de vida para todas las personas a medida que envejecen, incluyendo aquellas personas frágiles, discapacitadas.



El planteamiento del envejecimiento activo se basa en el reconocimiento de los derechos humanos de las personas mayores y en los Principios de las Naciones Unidas de independencia, participación, dignidad, asistencia y realización de los propios deseos. Sustituye la planificación estratégica desde un planteamiento «basado en las necesidades» (que contempla a las personas mayores como objetivos pasivos) a otro «basado en los derechos», que reconoce los derechos de las personas mayores a la igualdad de oportunidades y de trato en todos los aspectos de la vida a medida que envejecen. Y respalda su responsabilidad para ejercer su participación en el proceso político y en otros aspectos de la vida comunitaria.



Un enfoque desde el envejecimiento activo a las políticas y programas de desarrollo ofrece la posibilidad de afrontar muchos de los retos tanto de las personas como de las poblaciones que están envejeciendo. Cuando la salud, el mercado de trabajo, el empleo y las políticas educativas y sanitarias apoyen el envejecimiento activo.



Las políticas y los programas del envejecimiento activo reconocen la necesidad de fomentar y equilibrar la responsabilidad personal (el cuidado de la propia salud), los entornos adecuados para las personas de edad y la solidaridad  intergeneracional. Las personas y las familias necesitan planificar su vejez y prepararse para ella, y llevar a cabo esfuerzos personales para adoptar prácticas de salud positivas y personales en todas las etapas de la vida. Al mismo tiempo, se requieren entornos favorables que «hagan que las decisiones saludables sean decisiones fáciles».



El envejecimiento de la población es un fenómeno global que requiere medidas internacionales, nacionales, regionales y locales. En un mundo cada vez más intercomunicado, el hecho de no afrontar de manera racional y en cualquier parte del mundo los imperativos demográficos y los rápidos cambios de las pautas de la enfermedad, tendrá consecuencias socioeconómicas y políticas globales.



Conclusiones:


El concepto de de envejecimiento exitoso tiene diferentes determinares para que funcione así mismo la población debe de cumplir con varios aspectos para que esto llegue a ser una cambio radical para la vida de la población adulta mayor que lejos de excluirla se incluya en la participación activa de las diferentes tomas de decisiones y se le brinde una seguridad y apoyo social para que mantenga una calidad de vida y siga desarrollándose como ser humano y que la vejez no se vea como un impedimento para lograrlo.


Bibliografía 



§     Texto traducido por el Dr. Pedro J. Regalado Doña. Médico geriatra. Envejecimiento activo: un marco político  Rev. Esp. Geriatr Gerontol 2002; 37 (S2): pp. 74-105.

Marisol Olmos Gonzalez

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